Pegatina de afiches
por: Analía Brunori (Equipo
Coordinador)
Al
salir a la comunidad barrial, lo hicimos con algun@s alumn@s de 5° y 6° año. Al
principio nos dio la sensación que pegar afiches/propagandas sobre la violencia
de género iba a ser aceptado en todos los ámbitos, esa concepción fue
desterrada ni bien comenzamos a transitar las calles y dirigirnos hacia clínicas
y distintos negocios. El “no” comenzó a formar parte de esta realidad social en
la cual estamos inmersos: no mirar, no hacernos cargo de una grave problemática
es lo que nos identifica como sociedad.
El
trabajo que tenemos que continuar haciendo desde los establecimientos
educativos es absolutamente necesario, ya que socialmente no se puede focalizar
en la magnitud de esta problemática. El
no meterme, eso no me corresponde,
esto no va a cambiar nunca, o son unos comunistas por tratar estos
temas fueron algunas de las devoluciones que recibimos al transitar las calles
de nuestro barrio.
Al
principio generó un marcado desaliento, pero a posterior sentimos (alumn@s y
docentes) que l@s de afuera no entendían y que nosotr@s teníamos que seguir
actuando, poniéndole voz y mostrar esta realidad que no quieren ver. Es un gran
desafío que estamos dispuestos a asumir.
Fuimos
muy bien recibidos en algunos negocios del barrio, en el club Hindú y en el Centro
Cultural General Paz; caminamos mucho y quizás los lugares que nos abrieron las
puertas fueron menos que los que nos cerraron pero sabemos que debemos seguir
caminando comprometidos con la erradicación
de la violencia hacia la mujer.
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