26 noviembre 2019

"Promo 2019" (1)


 Último año! El curso de 6º Año (turno mañana) se despide de nuestra escuela mediante la producción de los siguientes textos. Invitamos a la lectura de los mismos y se agradece a la prof. Analía Brunori por las fotos aquí publicadas, producto de su registro desde cuando este curso ingresó por primera vez a nuestro "Pueyrredón"!


fotografía 6º-2019: prof. Rubén Formía


NUESTRO ÚLTIMO MOMENTO

Luego de pasar por experiencias únicas y también por momentos difíciles, llegamos a nuestro último año de secundaria. Fue un recorrido bastante lindo y único pero también muy complicado por algunas situaciones que se nos aparecían en este recorrido por la secundaria.

¿Por dónde empezar? Es tan difícil redactar todos los momentos en unas cuántas páginas… Empecemos desde cero, al entrar a primer año y volver a ser los más chicos del colegio, fue muy difícil y en mi caso en especial le tenía un cierto miedo a cómo iba a comenzar mi nueva etapa. No es tan fácil entrar en un nuevo sistema educativo donde la forma de la educación cambia mucho, ya sea en cómo se evalúa a los estudiantes, todas las materias que se agregan y demás… Fue un cambio bastante grande. No solo eso, conocer a nuevos compañeros de curso no fue nada fácil, todos tuvieron sus diferencias lo que generaron algunos conflictos no solo en primer año sino a lo largo de la secundaria.
Durante dos años fuimos con los mismos compañeros, uno que otro que se fue y otros nuevos que entraron. Luego, se juntan los dos segundos y se hace un solo tercer año. Fuimos hasta sexto año un curso muy numeroso, tuvimos nuestras complicaciones como todos los cursos pero dentro de todo cuando tuvimos que hacer trabajos juntos los realizábamos y supimos llevarnos mejor.

Muchos piensan que pasar a sexto es que todo ya está, pero para a mi fue un año complicado al no saber qué hacer el año siguiente y no conseguir una carrera la cual seguir más adelante. Uno de mis mejores años fue tercero y cuarto donde muchos todavía no se habían ido y estábamos todos más unidos.

Durante la secundaria tuve todo tipo de experiencias tanto buenas como malas, a veces tuve complicaciones con profesores y también con alumnos de otros cursos.

Con dos compañeros más de mi curso, impulsamos y llevamos hacia los profesores la necesidad de volver a establecer un Centro de Estudiantes: ¡trabajamos tanto para poder volver a armarlo! Estuvimos muy agradecidos que nos pudieran ayudar a llevar ese proyecto a cabo, ayudó tanto a profesores como a los alumnos para resolver algunas problemáticas y también hacer salidas desde el Centro de Estudiantes. Estuve muy contenta formar parte de eso, porque aprendí muchísimas cosas de las cuales ni estaba enterada, pudimos hacerlo de manera democrática lo cual es hermoso ver cómo los mismos estudiantes te elegían para representarlos a ellos mismos. Formé parte de la Secretaria de Deportes de la cual todas las cosas y actividades que realizamos fue con muchísimo entusiasmo para que los alumnos cambiaran esa rutina que tenían todos los días en el colegio.  Fueron tantas las cosas que se hicieron y de la cual no estoy arrepentida.

Una de las cosas lindas del colegio fueron todas las salidas escolares que tuvimos donde aprendimos muchísimas cosas tanto entre los alumnos y también con los mismos profesores. Tuve muchas diferencias o diferentes formas de pensar con profesores, pero se pudieron solucionar en su momento. Me dejó muchísimos aprendizajes y diplomas de lo cual estoy agradecida por haberme brindado esas lindas experiencias. No todos las tuvieron por cuestión de que no podíamos ir todos y estaría bueno que para años siguientes más personas puedan participar.

Una de mis decepciones fue que esperaba hacer muchísimas cosas más en sexto, nuestro último año. Ya sean actividades, salidas o momentos que marquen nuestra secundaria. Por cuestiones de comportamiento de nosotros mismos o por cosas que pasaban en el colegio, no se pudieron realizar; por eso es una de las cosas que me voy un poco arrepentida de la escuela.

Más haya de que somos un curso numeroso, supimos compartir momentos lindos; a pesar de nuestras peleas y diferentes puntos de vista supimos sobrellevarlos y solucionarlos. Aunque muchos no les importe “La Promo”, a mi sí y estoy contenta de todo lo que pasamos. No estoy arrepentida de compartir estas cosas con ellos y espero que todos cumplan sus metas, porque a pesar de todas las cosas son capaces de lograr lo que se propongan.

Fue un complicado recorrido pero de donde me llevo muchas experiencias no solo las buenas sino también las malas como forma de aprendizaje. Me despido para pasar a mi siguiente etapa y seguir con el próximo paso que me proponga.

Alumna: Tisiana Buendia.


TRAYECTORIA DE FELICIDAD

Cuando comencé en la institución me sentí muy cómodo porque conmigo iban unos amigos de la infancia. En cuanto al recibimiento y a la hora de ir a las aulas no me gustó tanto porque nos separaron en 2 filas (1° A y 1° B), donde mis amigos se encontraban en el otro curso distinto del mío, no recuerdo cuál era. Pero al pasar los días ese problema se solucionó porque me cambiaron al curso que iban mis amigos.

Así comenzó esta etapa hermosa llena de felicidad y mi trayectoria por la institución. Pasé a 2º año, con más amistades nuevas, en el transcurso de los años, conocí  gente que hoy en día forman parte muy importante en mi vida. No me acuerdo tanto de este año, no tengo recuerdos destacados, pero lo que sí recuerdo son los nervios de por primera vez entrar a la etapa de coloquios y también recuerdo la satisfacción de escuchar: "Estas aprobado, te podés ir".

Al año siguiente, lo empecé muy mal porque un amigo llamado Maxi Infante dejó el colegio y otro amigo, Valentín Aubinel, se cambio a otra institución. Seguí el colegio con amistades nuevas, la mayoría de las veces vivía en dirección o en preceptoría, eran constante los mocos que echaba ya que mi comportamiento es muy malo, no en el sentido de faltar el respeto, sino en el sentido que soy muy alborotado y más estando con mis amigos.

Con la preceptora Elda siempre fuimos de llevarnos bien porque siempre supo entenderme y escucharme a la hora de mis equivocaciones, forma parte muy importante en el trayecto de mi vida, así como también la directora Graciela Ibáñez que le tengo un cariño enorme, con su carácter y su buen trato logró abrirme los ojos en distintas ocasiones cuando mi comportamiento fue malo. Cómo olvidarme del preceptor David que con su sentido del humor nos alegraba el día a todos, cabe destacar que me salvó de distintas ocasiones por mi comportamiento.

Eso fue mi Ciclo Básico; en resumen, lleno de alegrías y de momentos inolvidables que no se me irán de mi cabeza. Pura diversión ya que seguía siendo un niño en ese entonces con muchos sueños por delante.

Estos últimos años no la pasé tan bien debido a muchos conflictos entre mi curso, discusiones, separaciones de grupos de distintos compañeros. Mi preceptora Roxana que por ahí es buena, pero en algunas ocasiones no coincidimos y eso nos hace chocar bastante y siempre -de una manera u otra- está remarcándome cosas; eso es cansador y estresante. Ojalá sea por el bien mío y capaz no me de cuenta pero por dentro le tengo un cariño grande.

Destaco los viajes que tuvimos, las charlas que aprendí muchas gracias a ellas, las horas libres, las actuaciones, los bailes, actos que siempre nos sorprenden con algo nuevo, etc.

Me duele, me duele decir que todo se está acabando, que lo que un día dijimos que queríamos que se termine y que el secundario era cansador, hoy en día no quiero irme nunca. La frase "éramos felices y no nos dimos cuenta" de acá a unos añitos me va a pegar en el alma. Toca llevarse los mejores momentos vividos que te da la vida así como hermosos y malos también.

Falta muy poco para terminar la etapa y yo no me quiero ir nunca. Lo que sí me llevo es el amor de mis compañeros y las grandes amistades que tengo hoy en día gracias a la institución que ojalá sigan viviendo en mi futuro.

Alumno: Matías Amaranto. 



El último pero el mejor!

Terminando un año lleno de bullying, maldades e insultos por los cuales transcurrí, un día desperté con la hermosa noticia de saber que eso no iba a suceder nunca más.

¡Mi nuevo colegio me esperaba! Allí estaban todas las ilusiones y ganas de saber que un año diferente comenzaba. Llego mi primer día, y sí… me tocó ser la nueva, me tocó golpear la puerta del curso y sentir todas las miradas en mí, con nervios pero a la vez con muchas ganas de ingresar...

Así transcurrieron mis días; conocí personas hermosas, así como también perdí personas que jamás pensaba perder. Comencé a almorzar en el Paicor. Bueno, los días eran largos y el hambre grande! Hoy en día -y todos los días desde que comenzó el año- a las 12:00hs. espero mi turno junto a mis compañeros para una rica comida almorzar.


La parte más fea de esta historia fue amoldarme al Nuevo Régimen Académico. Tuve el placer de conocer a dos peronas llenas de amor: esa persona era mi Directora Graciela y el señor Gabriel Godoy, me ayudaron en todo momento, me brindaron un apoyo incondicional y eso se lo voy a agradecer siempre a la vida por poner en mi camino de personas como ellos.

Al pasar los meses, participé de varios actos cantando, bailando, leyendo o simplemente decorando; además, viví mi primera Fiesta del Estudiante en esta institución. Tuve mis primeras notas bajas y también las más altas.

El colegio me brindó la oportunidad de poder hacer un curso de capacitacion laboral (Enlazar), el cual cursé por tres meses y pude aprender cosas que me van a servir para el mundo laboral con el que me voy a enfrentar el día de mañana.

Me voy contenta porque -a pesar de haber tenido días malos por el cansancio o los problemas familiares y personales que pude haber tenido- hoy en día estoy feliz , a un mes de terminar mis estudios y con muchas metas para mi futuro.

Gracias 2019, gracias directivos, gracias maestros y gracias compañeros por brindarme mi último año con peleas, risas, llantos pero por sobre todo… ¡el mejor! GRACIAS!
 Agustina Chaves (6° Año)



El último adiós


Esta es la última redacción, el discurso final, en el cual cierro una etapa de mi vida llamada secundaria y en donde se abren nuevos caminos, desafíos, metas y proyectos en mi vida. En esta etapa tuve momentos de risa, alegría, tristeza, desesperación, impotencia y millones de sensaciones más. Me voy con experiencias nuevas que me ayudan a ser mejor o peor persona. En esta redacción voy a plasmar mi evolución personal a través de 6 años.

Mi primer año fue un año muy difícil la verdad, entré llena de nervios por este nuevo camino que comenzaba; tuve muchísimos problemas, con compañeros y maestros, pero al pasar el tiempo todo se iba acomodando de a poco. Me comencé a tomar las cosas con más calma.

A partir de cuarto año empecé a trabajar y llevar las dos cosas al mismo tiempo; se me hacía un tanto difícil, pero hoy en día puedo llevarlo de la manera más normal posible.

En el ámbito académico creo que siempre he mantenido mis resultados a lo largo de los años; en el último año (sexto) creo que he bajado mis notas debido a problemas personales, desgaste mental, entre otras cosas.

He tenido amig@s que con el tiempo se quedaron en el camino y otros perduran en la actualidad, a los viejos y nuevos quiero agradecerles porque me dejaron pequeñas marcas para toda la vida, buenas o malas.

Me crucé con profesores y profesoras que me enseñaron cosas muy útiles para la vida, otros que se notaba y nota la pasión por su trabajo y otros que simple y realmente no los recuerdo.

Quiero agradecer a cada una de las personas que se cruzaron en este camino de 6 años, porque aportan en quién soy hoy en día y en mis pensamientos sobre la vida, los valores y muchas otras cosas.

Y por último, sexto año, un año en el que todos se emocionan, alegran, adoran, disfrutan, pero para mi solo fue un año más, como cualquier otro. Se me pasó más rápido de lo que esperaba y crecí aún más de lo que pensé algún día.
A pesar de todo, no quisiera volver a la secundaria, porque solo siento que es un paso más de mi vida, como cualquier otro; un ambiente en el que no me sentí muy cómoda con mis compañeros: siempre sentí que nunca pertenecí a ese grupo, posiblemente por mi forma de ser y de sentir.

La secundaria para mi solo fue un paso más a mi meta final: completarme como persona, llenar mi vida de cosas que me llenen haciendo lo que me gusta, dedicándome a las cosas que me apasionan.

Cierro un capítulo más en mi vida, en el que quedaron sembrados esfuerzos, preocupaciones y desvelos y que al final hay una cosecha de triunfos y satisfacciones. Se que se vienen cosas totalmente nuevas en mi vida, diferentes y hasta más difíciles, y me siento muy feliz por al fin haber llegado a este punto de mi vida.

Alumna: Jazmín Coffa Celis.


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