27 noviembre 2019

"Promo 2019" (5)



FIN DE LA TRAVESÍA

Es el fin de esta gran travesía, la espiración de este “Sufrimiento” para algunos y “Felicidad” para otros, este es el final. Tuve muchísima experiencia en diferentes colegios privados, pero por una vuelta de la vida terminé en uno público y no tengo palabras para agradecer este
cambio.
Este lugar me llenó de valores, me abrió la cabeza para demasiados temas y me llenó de empatía por los demás; la mayoría de los alumnos que fueron a privados (incluyéndome) tiene un pensamiento atroz por los colegios públicos, pensamientos denigrantes, refiriéndose a los colegios públicos como hogar de los “Negros” …pero NO.
El colegio público es lo mejor que me pasó, y no lo digo porque quiera quedar bien, realmente es lo mejor. En esta gran etapa aprendí tantas cosas, tantas experiencias, conocí amistades hermosas que me ayudaron y me acompañaron en este viaje del secundario. También tuve enemistades las cuales no eran de mucha importancia; pero no solo conocí a nuevas compañeros, sino que también a grandes profesores, docentes los cuales me ayudaron y me enseñaron grandes cosas, como López que me dio una gran mano para entrar a la Facultad de Ingeniería, el profe García Lucero que me ayudó a decidir por mi futura carrera y, por supuesto, el profe Formía que a pesar de que no me gustaba la comunicación, el la enseñó de una forma que te terminaba enganchando: la radio, los cortos, las películas, las salidas didácticas son grandes experiencias que siempre van a quedar guardadas en mí.
Solo espero que esas personas de los colegios privados prueben ir a una institución pública, no se van a arrepentir!
Y con esto, es hora de dar el gran paso hacia la facultad…

Alumno: Matias Hortas.

Nunca me había sentido tan bien”

Me presento: mi nombre es Sofia Belén Valverdi, soy estudiante del I.P.E.M.  Nº 153 Juan Martín de Pueyrredón. Vengo a contarles mi vivencia en estos años en el colegio.
Yo ingresé al establecimiento en el 2018, entré a cursar 5º año y no conocía a nadie, me consideraba una persona no dada, demasiado cerrada diría yo. Mi primera impresión y pensamiento del primer día de clases de los estudiantes y profesores fue que no me agradaba para nada o “va a ser horrible este año”.
Bueno, básicamente fue un pensamiento en donde pasando los días se revirtió, me di cuenta que llegué a juzgar por las apariencias y me terminé sorprendiendo. En mi trayecto educativo en la secundaria he pasado por 4 colegios  (2 privados y 2 públicos); este era el segundo colegio público que asistía.
Fueron pasando los días y empecé a hacer amistades (en realidad mis compañeros de curso me incluyeron), empecé a conocer a los profesores y realmente me sorprendí de lo equivocada que estaba. Diferenciando con otros colegios, nunca me había sentido tan bien en un grupo de compañeros en donde eran muy unidos.

Obvio que había diferencias pero trataban de no hacer desigualdad, empecé a conocerlos mejor en la medida de hacer trabajos grupales y actividades del colegio. Realmente me choqué con tremendos compañeros, su solidaridad y buen trato. No lo he visto en los otros colegios de parte de los estudiantes.
Apenas ingresé, creo que al mes tuve un conflicto con unas compañeras en donde hubo violencia de las dos partes (mía y de ellas). Por esta situación me llevaron preceptoría y nuestra preceptora (que en ese momento era Elda) nos habló civilizadamente y trató de resolver el conflicto.  Las peleas que tuve con el grupo de compañeras había sido solo por malos entendidos y esa intervención de nuestra preceptora ayudó un montón en el sentido que pudimos reconocer que nos equivocamos, nos pedimos disculpas y nos ayudaron a poder seguir sin llevarse mal.

Claramente todos somos diferentes y en nosotros está ser mejor persona y aceptarnos tal cual somos. Ese conflicto me hizo reconocer un montón de cosas y realmente quedé muy satisfecha con el trato de mi preceptora y de los profesores que intervinieron.
Bueno, así con un conflicto comencé el año pero fue positivo en el sentido que pude desenvolverme con todo el curso, hablarme con todos mis compañeros a pesar de las diferencias. No había motivo por el cual llevarme mal.
De los profesores que tuve no me puedo quejar, siempre muy atentos, participé en muchas actividades, como por ejemplo: el día de la primavera, la fiesta de Educación Física y en varios actos bailando o ayudando con la decoración.
Puedo decir que fue un tremendo año; en mis otros colegios no había tenido un grupo de compañeros como el que tuve, terminé el año demasiado bien sin llevarme ninguna materia y aspirando a comenzar el último año de secundaria.
Bueno, ahora estoy en 6 año, tenía demasiadas expectativas a principio de año, en este 2019 hice nuevas amigas en el curso. Considero que es algo demasiado bueno que me deja el secundario: mis amistades. Como dije, tenía muchas expectativas de disfrutar al máximo sexto por la razón de que es el último año, es donde se acaba una etapa de mi vida y quería terminar bien esta etapa.
Pero sinceramente este año no sé qué pasó, no disfruté como hubiera querido; el último año creo que se pasó muy rápido y fue muy sencillo a comparación del año pasado. Eso sí, hicimos salidas escolares que disfrutamos muchísimo al ser las ultimas.

Un grupo de compañeros organizó la fiesta del estudiante dando lo mejor por ser el último año para nosotros, y sí, fue muy buena en donde todo sexto participó y lo disfrutó al máximo. También le pusimos todas las ganas a la última fiesta de Educación Física y creemos que en el baile que hicimos dimos todo y fue muy bueno Y también lo disfruté.
Pasan los días y se va terminando, se va acabando ese último año. Considero que podría haber sido mejor; muchos compañeros tratamos de enfocarnos más en el estudio por el tema de la facultad. A varios nos toca rendir ingreso para hacer la carrera que decidimos seguir y muchos trabajamos. Y además por nuestras responsabilidades, nos olvidamos de disfrutar nuestro último año.
No tengo quejas del colegio en general, considero sin mentir que fue uno de los mejores colegios que asistí, en donde me sentí y me siento demasiado bien y satisfecha con las enseñanzas educativas y la formación como personas.
Sofia  Valverdi

¿Cómo fue este camino?
Honestamente, parte de lo que soy como persona lo aprendí a lo largo de estos SEIS AÑOS acá junto con mis compañerxs y amigxs, donde pasamos momentos de frustración y calma, tristezas y alegrías, llantos y risas, discusiones y peleas, amistades y enemistades, quejarnos del mal olor en el curso o del 2 que nos sacamos en esa materia por no estudiar, alterarnos al enterarse de que ese mismo día teníamos tarea y no la hicimos, una prueba de la que nos olvidamos de estudiar o de que se nos olvidó que había exposición para una materia.
Estos momentos que quizás no los volveremos a repetir en nuestra vida, ahora toca que cada unx siga un camino diferente a lxs demás. Algunxs seguirán viéndose por un largo tiempo, otrxs serán un misterio de que habrá de su vida y cómo le habrá ido con la carrera que tanto quería estudiar en la facultad.

Quizás haya reencuentros, caminos que se volverán a conectar y recordarán los momentos que estuvimxs juntxs en un curso, haciendo ruido sin dejar hablar a los profesores o siquiera escucharnos mutuamente, deseando que se termine rápido el día para ir a nuestras casas a comer o dormir la siesta, esperar al otro día para contarle a nuestrx amigx el problema que hubo en casa o de lo que hice el fin de semana.

Recordaremos cómo era ese profe de esa materia y que nos llegó a costar sacar una buena nota para no llevarnos su materia; quizás también habrá un punto en nuestras vidas que diremos “¿Por qué no presté atención de ese profe?” “Esto que me enseño ese profe me sirvió mucho” o también “Cómo cambié desde que salí del colegio”.
Algunxs extrañarán más que otrxs la etapa del secundario, o también se alegrarán de haberlo terminado. Personalmente, pensaba que no iba a extrañar para NADA el secundario y de lo que me costó finalizarlo solo para mostrarle a la gente que pude terminarlo.
Pero, al hacer este trabajo, me di cuenta de que voy a extrañar esta época en la que conocí mucha gente y compartí distintas cosas con ellxs (cómo fueron los resúmenes, la tarea, trabajos prácticos, etc.). Quién diría que extrañaré a esxs payasitxs del curso que nos hacían reír, que por culpa de uno nos “jodíamos” todos.
El quilombo que era el tema de la plata para una salida, cuando a alguien se le perdía el celular, los auriculares, la cartuchera o la mochila; cuando Elda o Roxana nos retaban por tener el pelo suelto o no traer el uniforme del colegio, organizar una juntada con todxs lxs chicxs del curso para divertirnos y pasarla bien juntxs. Las fiestas especiales para nosotrxs (como la fiesta de primavera) que extrañaré a los profes que dejaron una enseñanza en mi vida y formaron parte de las ideas del curso llegando a un objetivo en común.
Admito que no aproveché al máximo esta etapa para aprender más cosas, pero si aproveché lo que pude el último tiempo que pude para estar con gente que quizás no vuelva a ver en la vida. Extrañaré al IPEM Nº 153 Juan Martín de Pueyrredón y ser parte de su cuerpo estudiantil.
Natalia Peralta


NUESTRO GRAN ÚLTIMO

Yo comencé desde primer año en la institución Juan Martín de Pueyrredón, con tan solo 11 años de edad. Una experiencia inolvidable, eran increíbles los nervios que tenía, por suerte fui acompañada de mi mamá. Nos hicieron formar en dos filas, nos dividían por primero “A" y primero “B", yo fui seleccionada para el “A".
Yo era de adaptarme rápido, pero ese día me costó, al fin y al cabo terminé consiguiendo una “amiga", una “amiga" que a los meses se cambió a otro colegio. De igual manera iba buscando la forma de integrarme a grupos de compañerxs.
Fui experimentando de a poco lo que se sentía ser parte de la secundaria, era totalmente extraño porque pasábamos siendo los más grandes en la primaria y en la secundaria éramos los más chicos. Y te sentías totalmente inofensivo; se volvió un poco complicado la adaptación a materias nuevas, por lo cual termine llevándome 4 materias ese mismo año.

Segundo año, donde ya te sentías un poquito más grande, más desarrollado, empezaba la época donde cada cosa que hacías era para tratar de ser integrado, de todas formas no dejó de ser un mal año. Ya había formado mi grupo de compañerxs , el cual me duró ese mismo año, pero me ayudó mucho a conllevar el año escolar.
Tercer año, ese año fue uno de los mejores, dejó de dividirse por “A" y por “B", y comenzamos a ser un gran grupo de compañerxs, un año en el cual fue muy revelador, lo más lindo de aquel año fue haber conocido a mis actuales amigas.
Cuarto año, el clásico año en donde ya te sentís madura (aunque ninguno realmente lo era) pero esa era la parte graciosa, el año en donde pensabas que todavía te faltaban dos años para entrar a sexto, pensando que iba a ser una eternidad… Qué ilusos!!
Quinto año, ay papá! el gran quinto año manija, en el cual lo único que pensabas era estar en sexto, donde comenzó la gran discusión de la ropa de la promoción. Fue el año más lindo de toda mi secundaria, aquel año en el cual seguías siendo inocente, sin asumir que el próximo año íbamos a tener que convertirnos totalmente en personas responsables. Fue verdaderamente un año hermoso, tuvimos una linda primavera, una fiesta de Educación Física increíble.

Y el gran esperadísimo sexto año… ay sexto, ay sexto!!! Qué ilusa que era al pensar que iba a ser pura joda, qué ilusa!! El año en el cual se nos incorporó la nueva reforma, nos costó adaptarnos como chicos de primer año. Nos dejaste mucho que desear sexto, mucha desorganización, mucha falta de interés, y si sigo no termino más!!
Fue aquel año que esperabas todo de lo mejor pero por distintas razones no lo fue, igual no deja de ser un mal año, es donde caes que no era joda, eso que te decían que te tenías que volverte una persona responsable, y tener pensado qué iba a ser de vos después de la secundaria.
No deja de ser un mal año porque de acá me llevo a aquellas hermosas amigas que fui conociendo a lo largo de estos seis años y a aquellos profesores que te hacían dar placer ir al colegio a estudiar su materia… Y no deja de ser un mal año porque es donde reaccionas que todo ya acaba y te pones a pensar que aquellos recreos iban a ser los últimos, que aquellos almuerzos con tus amigxs también iban a serlo. Ahí es donde recapacitas que fue un buen año, por todo aquello que te llevas de el.

Alumna: Milagros Abril Oyola

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