LA ÚLTIMA FUNCIÓN…
La
verdad no sé bien cómo empezar este texto, desde 4to año se ha dado una
facilidad para redactar este tipo de notas. Pero éste es diferente ya que tengo
que contar mi recorrido, anécdotas y experiencias por mi colegio IPEM 153.
Yendo
al punto, empezaré a relatar desde un principio, desde 1er año. Para ser
sincera, nunca pensé en venir a este establecimiento por el hecho de que me
llamaba más la atención uno llamado Garzon Agulla que se encuentra cerca
de este. Al no poder quedar anotada allí mi madre decidió anotarme aquí.
El
primer día en secundaria estaba muy nerviosa, siempre pensaba en que sería
diferente a la primaria, esa y otras preguntas circulaban en mi cabeza por un
carrusel. Mi madre al verme así me miró y me dijo: “Tranquila, las dos
sabemos que te irá bien, aparte vos haces amigos en todos lados”. Al
escuchar eso me quedé más tranquila pero no del todo.
Tantos
pensamientos y tantos nervios fueron en vano, ya en unas horas después hice mi
primera amiga que -aunque las cosas del tiempo y las peleas tontas nos hayan
separado- aún así la considero una gran chica.
Esto
de las amistades me pasó en casi todos los años, éramos chicas y no siempre tenemos
las mismas ideas o gustos; al pasar eso las cosas no terminaban tan bien que
digamos.
Ahora
pasemos a 3er año: recuerdo haberme quedado sin amistades porque mi única amiga
se cambiaba de colegio por unos problemas con su actitud. Luego de unas semanas
conseguí nuevas amistades que yo pensé que durarían para siempre pero no fue
así, solo me quedaba mi amigo Gribbell que antes él me atraía pero solo lo
dejamos como amigos… al fin y al cabo éramos mejores amigos.
Ese
mismo año mi mejor amigo se enamoró, hasta tuvo una novia por primera vez. Yo
estaba feliz de verlos tan bien, él se lo merecía porque es un buen chico. Pero
a veces algunos compañeros me preguntaban si yo estaba enojada porque antes
gustaba de él y ahora tiene novia a lo que les respondía con un “no, es mi
mejor amigo y me gusta verlo tan feliz”.
En 4to
año Gribbell se separó, lo vi llorar por primera vez por un corazón roto; ese
día tenía muchísima rabia, no me gustaba verlo así, él siempre fue muy buen
chico. Al rato fui razonable y pensé que tal vez no estaban destinados a estar
juntos, no eran el uno para el otro.
Desde
ese día siempre nos protegimos mutuamente, tal vez creo que fue demasiado,
siempre nos preguntaban si éramos novios a lo que respondíamos “no, qué asco, somos como hermanos”.
Ya en ese mismo año he notado que el curso se
iba dividiendo en grupos que solo hablaban entre ellos los amigos de su grupo,
ya no estaba todo el curso unido como antes, lo que trajo muchas rivalidades
entre mis compañeros.
Solo
se unían para actividades que organizaba el colegio como jornadas u otros
trabajos. Uno de esos trabajos fue para Geografía, teníamos una profesora muy
exigente que nos hacía inmensos trabajos para entregar a veces en un día o dos.
El último trabajo del año fue inmenso, demasiado largo, creo que fue el primer
trabajo tan largo que nos han dado. Pero viendo un lado positivo al menos era
en grupos de 5.
El día
antes de la entrega nadie había podido dormir, todos debían terminar su trabajo
además de hacerlo prolijo y detallado como le gustaba a la profesora. A todos
se los veía cansados con ojeras, incluyéndome. Tiempo después ese cansancio y
esfuerzo dio frutos nos sacamos con mi grupo un 8.
La
mayoría de las veces mi curso no se llevaba bien, de vez en cuando muy rara vez
se unían por algo; no obstante siempre que había un problema con el curso todos
se unían para defenderlo, como pasó en 6to año que eso ya lo contaré más
adelante.
El año
siguiente en 5to comenzaron las elecciones para el Centro Estudiantil de la
secundaria, yo no estaba interesada ya que no me gusta participar mucho en esas
cosas, además porque era demasiado trabajo qué hacer y no me darían los
horarios pero aún así me eligieron para ser vicepresidenta de una de las dos
listas que participaban.
Todos
los compañeros de mi grupo (incluyendo a los de 6to año) querían ganar,
mientras tanto yo lo único que quería es que ganara el mejor, el que pueda
hacer un gran trabajo. Al pasar las semanas después de tantas reuniones,
trabajos y esfuerzos perdimos el día de las votaciones. Casi todos los miembros
de mi lista querían ganar pero a mi no me importó si perdimos, porque la lista
que ganó era la más capacitada para dirigir el centro estudiantil.
Un año
después pasé a 6to, aún no lo puedo creer cómo pasó volando el tiempo. En este
ciclo se vio al curso más unido que años anteriores, ocurrieron algunos
problemas lo que tal vez nos unió un poco más no diré que mucho porque no sería
verdad: el curso siempre fue dividido.
Este
año encontré el amor, algo que nunca pensé tener en el colegio; siempre me
decía que nunca iba a tener un novio en el colegio, sería incómodo. Al parecer
me equivoqué, me enamoré de un chico genial llamado Miguel Piñero, no pasó por
mi cabeza estar con él; antes nos llevábamos mal pero… ya vieron como es el
amor.
Así
fue el mejor año de todos con alguien apoyándome siempre en todas, algo mutuo y
muy lindo en mi opinión. Creo que cuando se enteraron en el curso que somos
novios se sorprendieron algunas personas, por ejemplo mis tres mejores amigas: Guadalupe,
Camila y Sabrina. A estas chicas las adoro por ser las mejores amigas que haya
podido tener por estar siempre conmigo y nunca fallarme.
Y aquí
estoy luego de 6 años en mi colegio, tal vez algunos días o años no fueron los
mejores, como dicen nada es perfecto en esta vida y de los errores se
aprende; así fue como yo Lisbeth pasé 6 años de mi vida en un colegio bueno,
con buenas amistades después de todo y 6 meses junto a un excelente chico que
es mi novio.
Tal
vez no tengo mucho que contar en esta nota ni buenas anécdotas pero me llevo
conmigo los mejores recuerdos además de los malos. Y a todos los chicos y
chicas les digo: “Felicidades, lo logramos con esfuerzo; nunca dejen de ser
como son tal, vez no somos muy unidos como curso pero son el mejor”. Gracias por todo y acá se acaba la función.
LLEGÓ EL FIN
El fin llegó, lamentable para algunos, alegremente para otros.
Luego de seis años en este colegio puedo decir que me lamenta terminar la
secundaria, he sido tan feliz, me he sentido tan cómodo ya sea con mis compañeros
o profesores.
Todos han sido mayormente buenos conmigo, obviamente y que es casi
imposible de no suceder que también he tenido malos momentos; cruces con
compañeros por acciones las cuales no me agradaron, no coincidir en ciertos
pensamientos, la comunicación agresiva de algunxs. Pero nada fue obstáculo para
no terminar esta etapa con una relación buena literalmente con todos; he tenido
cruces con profesores por exceso de autoridad, los cuales no han sido
solucionados pero no le guardo rencor a ninguno, habrán tenido su razón para
hacerlo.
Hablando de lo bueno y cosas que quedarán guardadas en mi corazón,
quedarán todos los viajes y fiestas realizados con mis compañeros y amigos,
quedará el Centro de Estudiantes que (por ciertas diferencias personales) me he
alejado, pero nada de eso podrá sacar los bellos momentos que he vivido allí… de
la conformación del centro, planificar el lugar de cada uno ocuparía, convencer
a los chicos a participar, las instancias previas a las elecciones y todo lo
que vino después fue mucho mejor, las salidas con estudiantes de otros cursos, la organización
de eventos, charlas.
Fui tan feliz siendo parte de ello, y a todo aquel que tenga la
posibilidad de formar parte del centro, hágalo y tenga ante todo compromiso y
alegría porque les digo que la van a pasar muy bien, van a conocer mucha gente
y sobre todo van a aprender muchísimo.
También en mi quedará haber participado de C.L.A.N, el cual me
brindó la posibilidad de realizar la fiesta del estudiante y participar de ella
como animador. Ese día no saldrá nunca de mi memoria porque lo disfruté
como ningún otro, además esta capacitación me aportó muchísimas cosas a lo
personal.
Me quedará grabados en mi corazón y mente varios profesores que
han sido fundamentales en mi vida, profes como Rodrigo García, el cual me
mostró una mirada más abierta sobre el mundo, me aconsejó cómo realizar ciertas
tareas y me dio la confianza para desarrollarme en su materia con libre expresión
(que es fundamental). Además me aconseja sobre la facu y me consiguió
los libros para el ingreso, un gran profesor!
Otro de mis grandes mentores en este colegio fue el profe Rubén Formía,
que antes de ingresar a 4to año todos me decían que era el peor y realmente estaban
equivocados y no porque este trabajo sea para él, pero el profe Formía ha sido la
persona primordial para que yo hoy decida estudiar Comunicación Social. Me ha
enseñado mucho sobre su profesión: cómo entrevistar, escribir notas, leer los
medios, cómo conducir un programa de radio, sobre fotografía. También ha
confiado en mí mucho más que el resto de los profesores. A pesar de graves
errores cometidos en entrevistas con gente importante, me ha enseñado la manera
de solucionarlos y además perfeccionar ciertas cualidades que tenía que mejorar
y así fue, va eso creo.
Podría nombrar a muchos más profesores como la Directora Graciela
Ibañez, el Vice Godoy, profes como Analía Brunori, Alejandra Lucero, Mauro
Cambronero y muchos otros más que han sido claves en mi desarrollo como
estudiante.
Quedarán en mi memoria las travesuras y los momentos felices con
mis amigos en el colegio, los cuales fueron esenciales para que tenga ganas de
ir al mismo todos los días del año, los cuales he disfrutado y con los que
también me he enojado pero nada de eso podrá cambiar lo mucho que los amo.
Todo ciclo termina y este está en el fin del recorrido. Ahora se
abre otro ciclo nuevo: ser adultos, trabajar y estudiar la carrera que elijamos.
Espero a futuro seguir viendo las mismas caras que conocí en este hermoso
colegio y principalmente ver a mis compañeros y amigos… porque “La “19”
siempre quedará grabada en mi corazón, gracias por tanto.
Autor: Juan Roldán.
Para quienes vayan a leer
este texto, les voy a contar sobre mi querida "Promo 2019" y
mi paso en este colegio.
Tal vez para muchos hoy es un
día como cualquier otro, pero para mí, una futura egresada, es uno de esos días
donde todos los recuerdos invaden mi mente uno tras uno, de los momentos buenos
y los no tan buenos que pasé en la escuela secundaria y principalmente en el
Juan Martín de Pueyrredón.
En mi cabeza solo se repiten
las palabras "llegué a sexto año"...El sueño que tenía todas
las noches ya está llegando a su fin, pero que va a tener el mejor final que
cualquier otro.
Recuerdo todavía el día en
que llegué a esta ciudad tan hermosa que es Córdoba, creyendo que iba a ser un
mundo nuevo al que no iba a poder acostumbrarme nunca, y aunque mi creencia no
era del todo errada lo pude lograr, convirtiendo de esta ciudad un mundo nuevo.
Mi mundo.
Y este comienza con el primer
día de orientación en el secundario, en "primerito" como
algunos suelen decir, llegando tarde a clases. Los nervios que tenía eran
incontrolables, aunque el resto del día no estuvo tan mal como lo pensaba...
El resto del año tuvo sus
pros y sus contras, no fue perfecto, tuve algunos problemas a nivel personal y
escolar a los cuales siempre intenté afrontarlos de la mejor manera posible.
Hasta que el último día de clases tomé una decisión de la cual no estaba segura
y que tampoco fue la primera opción que consideré, pero que definitivamente no
me arrepiento de haberla elegido; esa fue cambiarme de escuela… Así es como
llegué al IPEM N° 153.
Mi querido Pueyrredón,
qué lindo colegio para empezar de nuevo, donde cada día es una aventura nueva,
donde no existen las diferencias entre uno y otro, donde cada profesor/a,
preceptor/a, secretaria y todo el personal que lo conforma te hace sentir como
en casa. Porque eso es lo que es, este colegio es un segundo hogar para muchos
que asisten acá, incluyéndome.
Esta escuela me ha dado mucho
de lo cual no me alcanza solamente un texto para agradecer, porque me dio
contención, me dio apoyo, me hizo crecer a nivel personal y académico, me hizo
creer en mí misma de nuevo. Pero lo que más valoro es que me dio amistades y
personas que voy a llevar por siempre en mi corazón, y sin dudas me dio a la mejor
promoción.
Mi querida 20-19: ¿qué puedo
decir de ellos? Tal vez no tenga confianza con todos o no me hable tanto, no me
junte, pero desde que ingresé hace 5 años en segundo año (un curso que ya venía
conformado) me aceptaron muy bien y yo me sentí muy aceptada, a pesar de ser
bastante tímida y callada, de lo cual hasta el día de hoy soy un poco así; pero
de eso me di cuenta el día que me eligieron subdelegada del curso, un cargo que
no sabía cómo llevar adelante pero que me ayudaron a entenderlo.
Así fue como pasaron los
años, en tercero se unieron ambos segundos "A" y "B",
recuerdo la lucha que fue acostumbrarnos porque no todos nos conocíamos, cada
uno tenía su grupito y nos costaba entendernos entre todos pero a pesar de eso,
llegamos a sexto año, con peleas, con compañeros que se quedaron en el camino,
que ya no están en este colegio o los que llegaron este año, con viajes, con
convivencias para aprender a convivir juntos a pesar de todas las diferencias.
Y lo logramos, cada vez
fuimos uniéndonos más a pesar de que escuchemos lo contrario por los pasillos.
¡Hicimos la fiesta de la primavera! Un momento en el que todo el curso quería
participar y -aunque los encargados solo fuimos 11- todos de alguna forma
aportaron con ideas o bien poniendo toda la voluntad para que nuestra última
fiesta sea la mejor para nosotros.
Así que a ellos no tengo más
que agradecerles por hacer de cada día uno diferente, hacerlo mejor que el
anterior y a mis amigos les debo todo sin dudas.
No puedo decir que este fue
el mejor año del secundario pero sí va a ser el que más disfruté y el que más
voy a recordar cuando el día de mañana esté en la facultad comenzando todo de
nuevo y recordando, deseando volver a estar en estas aulas, en estos pasillos,
en el patio, en el SUM.
Todo lo que me brindaron
estos 5 años los voy a implementar en un futuro, en la facu, en el trabajo, en
todo lado donde me sea posible. Así que a todos solo me queda decirles gracias
y deseo de todo corazón que esta institución siga creciendo día a día porque
como ésta no se va a volver encontrar en ningún lado.
Salinas Guadalupe.
La última embarcación.
Ya pasaron 6
años que me subí a este barco sin saber a dónde me llevaría, a quién conocería,
quién serían mis compañeros de altamar… lo único que sabía es que donde fuera
siempre encontraría nuevos retos y amistades.
Cuando entré
por primera vez por las puertas del colegio: Juan Martín de Pueyrredón mis
sueños solo eran poder terminar la secundaria y conocer a verdaderos amigos,
pero venía con muchos problemas y con todos los miedos, nervios y preguntas
sobre cómo me iba a ir, si me iba a poder adaptar a mis compañeros, cómo eran
ellos, y si me iban a recibir a mi con todos mis defectos.
Los miedos
me invadían ya que había recibido todas cosas negativas sobre el cole, como: “es
un cole de negros", “viven fumando al frente de los profes",
lo cual me acondicionó para tener una mala mirada del colegio.
Pero todo
eso cambió cuando tuve por primera vez mi clase, donde conocí a mis compañeros,
esos que me marcarían para toda la vida, los que con un simple “tenés que ir
por otro lado” me enseñaron muchas cosas. Como también la relación con los
profesores, directivos y preceptoras me ayudaron en un montón de cosas, esas
largas charlas con cada uno de ellos tratando de aconsejarme y explicarme cómo
era el mundo.
Si tendría que
definir con una sola palabra al colegio la mía sería “hogar”. En estos 6
años aprendí amar a este colegio y disfrutar cada momento que pasaba y de a poco
el Juan Martín de Pueyrredón se convirtió en mi casa, con todos los
defectos que tiene.
Y qué decir
de mis compañeros, es un lujo haber compartido estos 6 años con ellos, la
verdad no siempre fue “color de rosas”, no siempre nos llevamos bien
pero así mismo aprendimos con el tiempo a aceptar las diferencias que tenemos
entre nosotros. Esas cosas que los hace únicos a cada uno de ellos, con cada
uno aprendí un millón de cosas que siempre voy atesorar en mi corazón. Gracias
a todos por aceptarme, compartir muchas experiencias de vida, por confiar en mi
cuando tuvieron problemas. Solo me queda agradecerles ya que muchos de ustedes
estuvieron en momentos muy importantes de mi vida.
El sueño más
esperado para nosotros “La Promoción” (la 2019) algo que veníamos
soñando desde 2017: armando, preparando, organizando todo para que “La 19”
pudiera sobresalir de todas las promociones que habían pasado. Fue para mi la
mejor que pasó por este colegio a pesar de los problemas que tuvimos.
Tengo que
agradecer mucho a este colegio “mi casa” por todo lo que me dio: logros,
metas alcanzas, amistades, noviazgos, experiencias, consejos, etc. Me regaló
muchas cosas, aunque tengo que mencionar que este año esperé muchas cosas más
para alcanzar a nivel institucional pero por problemas que fueron pasando con
maestros, preceptoras, directivos esto hizo que lamentablemente fuera mi peor
año, pero me enseñaron algo muy valioso: “Siempre quédate con lo bueno y no
lo malo”.
Gracias por todo Juan Martín de Pueyrredón!!
Autor: Carlos Sedano.
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